Asumiendo que la psicología social es directa, intrínseca, total y fundamentalmente política (Ibáñez, 1983), en este texto realizamos una breve reflexión en relación con el carácter político y ético del quehacer en psicología social. Para ello, abordamos, en un primer apartado, por qué es importante considerar lo político y lo ético en la disciplina. A continuación, en el segundo apartado, desarrollamos algunos elementos que podemos usar, como psicólogos/as sociales, tanto en el ámbito de la investigación como de la intervención: la reflexividad y problematización; la crítica del saber experto; la accesibilidad; el compromiso, el trabajo artesanal o los aprendizajes. Finalmente, en el tercer apartado presentamos una serie de conclusiones sobre la interrelación de estos elementos, su aplicación práctica y algunos de sus posibles límites.