Un breve apunte sobre mapas y feminismo
Como saben bien los que me conocen, me encantan los mapas: Me gusta verlos, me gusta hacerlos y me gusta usarlos para dar respuestas a preguntas complejas. Me gusta el hecho de que se pueden crear mapas sobre casi cualquier cosa. Pero seguramente lo que más me gusta de ellos es que son una herramienta única para evidenciar realidades que suelen pasar desapercibidas pero que ayudan a la comprensión de fenómenos de todo tipo. Son habituales (incluso hasta manidos) los ejemplos de mapas utilizados para explicar la propagación de enfermedades1, la distribución del consumo energético, la desigualdad social, o la gentrificación. Sin embargo, podemos hacer mapas sobre cualquier tema que se nos ocurra, y hay ejemplos no por menos conocidos dejan de ser importantes (¡al contrario!), como el caso de la desigualdad por motivo de género.
Es por ello que hoy, 8 de marzo, día internacional de la mujer, quería destacar el excelente trabajo que han realizado desde Geochicas2, con el proyecto Las calles de las mujeres.
La Calle de las mujeres es paradigmático porque hace una lectura novedosa y necesaria de una realidad muy cotidiana para la mayoría de quienes vivimos en entornos urbanos: el nomenclator de las calles. A través de identificar las calles de algunas ciudades en España y Latinoamerica cuyos nombres hacen referencia a mujeres y compararlo con las calles cuyo nombre hace referencia a un hombre evidencian que existe una gran diferencia en la representación femenina en el espacio público. El tema no es para nada trivial: dado que a menudo el nombre de las calles es una forma de celebrar (y relatar) la cultura de un lugar a través de asignar nombres a personas influyentes y notables o hitos que han marcado la historia, una representación de género tan desigual evidencia que se silencia sistemáticamente la importancia de las mujeres, lo cual contribuye a construir un relato en el las mujeres no han tenido apenas un papel importante (o digno de ser reconocido públicamente) en el desarrollo histórico y cultural de nuestra sociedad, lo cual es a todas luces incorrecto.
Otro aspecto en el que incide el proyecto es en mostrar cuantas de las mujeres que dan nombre a alguna calle tienen artículo en la wikipedia (sin entrar en valorar su contenido), lo cual vuelve a evidenciar que dicha brecha es doble y no únicamente algo local de unas pocas ciudades.
Por otra parte, no puedo dejar de señalar otro aspecto que me encanta del proyecto (y por el cual felicito a Jess, que ha liderado la parte de programación) es su desarrollo en abierto: dado que el repositorio está disponible en github es relativamente fácil expandir la información a otras ciudades del mundo, haciendo el proyecto aún más útil si cabe.
Otros ejemplos de mapas que han tratado (aunque desde otros enfoques) la perspectiva de género son el mapa global internacional feminista del 8M de 2019 (realizado también por geochicas), o los mapas de entidades feministas que existen en algunas ciudades como el realizado por el Ayuntamiento de Barcelona o los que se recogen en libros como The Penguin Atlas of Women in the World de Joni Seager.
En otra línea, pero siempre ligado con mapas y perspectiva de género, está la iniciativa impulsada por Esther Mingot (una conocida mapeadora dentro de la comunidad de OSM España bajo el pseudónimo de Lanxana) para importar a OpenStreetMap todos los centros destinados a información y cuidados para mujeres y colectivo LGBTI, a partir de distintos conjuntos de datos abiertos del Ayuntamiento de Barcelona y la Generalitat de Catalunya, haciendo de OSM un mapa más inclusivo y útil para estos colectivos.
Todos estos ejemplos señalan otro aspecto de los mapas que me encanta: los mapas pueden ser también herramientas de transformación social.
Es famoso (y manido) el ejemplo del mapa que hizo el Dr. John Snow en 1854 para comprender la propagación del cólera en Londres y que sirvió para afirmar que el cólera se contagiaba por aguas contaminadas en lugar de por el aire, tal y como se creía hasta entonces (Para más información sobre el mapa, remitimos a este texto de John Mackenzie en el que explica cómo funciona el mapa y cómo reproducirlo con herramientas SIG actuales). ↩︎
Geochicas es un grupo de mujeres mapeadoras de OpenStreetMap orientado a cerrar la brecha de género en dicha comunidad. ↩︎