En 1998 salía a la luz Starcraft, un juego de estrategia en tiempo real revolucionario que se convertiría en un referente. Ambientado en un futuro de ciencia-ficción, tres razas luchan para asegurar su supervivencia: los humanos Terran, los enigmáticos y avanzados Protoss y los alienígenas Zerg, cuya única motivación es arrasarlo todo.